El camino de Moisés Castañón Velásquez para convertirse en dueño de un restaurante se basa en la resiliencia, el trabajo duro y una fe inquebrantable en sus sueños. Originario de Guatemala, Moisés emigró a los EEUU en 2007 con su primo en busca de un futuro mejor.
Decidido a construir una nueva vida, comenzó a trabajar en logística de eventos, montando carpas, pero anhelaba algo más gratificante. A tres meses de su llegada, se inscribió en el City College para mejorar su inglés. Un día, mientras caminaba por la calle Valencia, pasó por Big Mouth Burger y rezó en silencio por la oportunidad de trabajar allí.
A finales de 2008, Moisés dejó su trabajo, y el destino intervino: su primo le mencionó que otro restaurante estaba por abrir. Comenzó a capacitarse en el local original y, en una semana, lo transfirieron al nuevo. Apenas dos días después, el dueño vio potencial en él y le prometió ayudarlo a crecer.
Moisés tomó este consejo muy en serio. Trabajó incansablemente, siete días a la semana durante tres meses, demostrando su dedicación y habilidades. Empezó como lavaplatos y rápidamente ascendió a cocinero en la sucursal de San Bruno, tras demostrar su capacidad para gestionar un evento a gran escala para 250 invitados.
En 2014, cuando el gerente del restaurante original se jubiló, Moisés fue transferido de vuelta a la sucursal de San Francisco. Su arduo trabajo, lealtad y cálida presencia lo convirtieron en uno de los favoritos tanto de los clientes como del personal. Ese mismo año, el dueño tuvo su primera conversación con él sobre la posibilidad de convertirse en propietario de un negocio, y lo animó a pensar en tomar esa decisión.
Una década después, finalmente llegó esa oportunidad: cuando Abraham, el entonces dueño del restaurante, enfrentó problemas de salud, volvió a preguntarle a Moisés si estaba listo para dar el siguiente paso. Con años de experiencia y un profundo amor por la comunidad, Moisés supo que era el momento.
El 1 de febrero, el sueño de toda su vida se hizo realidad: se convirtió oficialmente en el propietario. Honrando las raíces del restaurante, decidió recuperar su nombre original: Big Bite Burger, el nombre que la comunidad siempre ha conocido y amado.
La historia de Moisés es un testimonio de perseverancia, dedicación y la fuerza de creer en uno mismo. Su trayectoria, de lavaplatos a propietario, es una inspiración para todas las personas que sueñan con construir algo propio.
El Distrito Cultural Latino de la Calle 24 le invita a visitar Big Bite Burger en la calle 24 número 3392. Demostremos nuestro apoyo a los negocios locales que hacen especial a este corredor.
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